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Jue, Abr

Región Piura: Desastre y las oportunidades económicas perdidas de las poblaciones de la costa

Reportajes
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ERP. Bastaron unas pocas lluvias, sin la intensidad de veranos anteriores, pero suficientes para impactar de manera negativa en las actividades económicas. El turismo, que trae a nuestro territorio turistas nacionales y extranjeros, se vio perjudicado por las lluvias, por las noticias de la contundencia de las mismas, por la activación de quebradas y destrucción de puentes y carreteras que perjudicaron la normalidad del norte peruano.

Lo mismo sucedió en las ciudades de Talara, Sullana y Piura, convertidas en emporios comerciales de Perú y sobre todo del sur del Ecuador por las bajos precios y la calidad de sus productos. La inundación del río Piura y las lluvias develaron las precariedades en el desarrollo y sobre todo en las inversiones privadas y públicas del territorio.

Es el caso de los ejes binacionales de Sullana-Zapotillo y Macará-Piura, los cuales al activarse las quebradas, destruyeron pistas y también puentes y en el caso primero, las quebradas impidieron la normalidad del tránsito vehicular y peatonal. Esto limitó que los demandantes ecuatorianos suspendan sus visitas hacia la región Piura, para entretenimiento o para compras de fin de semana.

Quebrada Venados creciente

Vía hacia Zapotillo, impidió transitabilidad con el Ecuador

Además de ello, la total inundación de uno de los centros comerciales de Piura como fue el Open Plaza, fue suficiente para que la noticia se extienda a nivel nacional e internacional. En realidad, si miramos en retrospectiva, no solo se trata de recordar que esta zona vivió la peor tragedia que se tenga memoria de los piuranos, sino de la incapacidad para devolver a esta población sus medios de vida que les permita regresar a la condición anterior.

Generalmente en tragedias como las vividas, no existe una respuesta estatal adecuada, primero por la forma como se gestiona la intervención post desastre, el centralismo que impide ver desde Lima las soluciones regionales; y, tercero, por la incapacidad regional y local para plantear medidas efectivas de reactivación económica y de medios de vida de la población.

Conforme hemos manifestado en otro informe similar, tras el desastre de los años 82-83; tanto el alcalde de aquel entonces Francisco Hilbck y el obispo de Piura y Tumbes Monseñor Oscar Cantuarias Pastor, se pusieron de pie, analizaron la situación de pobreza de los piuranos, la postergación ancestral en la asignación de recursos y sobre la desgracia evidente, se planteó la aprobación del canon petrolero, el cual aún se mantiene.

Inundacion casa museo grau

El no actuar pronto, llevará a olvidarse que esta inundación perjudicó a miles y sigue haciéndolo

No ha sucedido lo mismo en esta oportunidad. Si bien es cierto, se dio con mucha urgencia una Ley llamada de Reconstrucción con Cambios (RCC), fue concebida desconociendo la estructura formal del Estado, se ha dado mayor oportunidad y capacidades a los sectores, llámese ministerios y estos intervienen en el territorio incluso obviando al nivel regional y local. Se creó una autoridad nacional para trabajar en la reconstrucción y pasado el tiempo de haberse aprobado esta norma, no existe claridad respecto a la intervención para lograr una reconstrucción con cambios, como se pregona.

Toda la costa de Piura y también la sierra, requieren intervención y con cambios. En el caso de Paita, se requiere acondicionar el territorio en función a las características del territorio y lo mismo sucede en la ciudad de Sullana, donde todas las aguas pluviales se van a un Canal Vía que se satura con pequeñas lluvias. Aplicar cambios significaría realizar un sistema de drenaje donde se alterne diversas tecnologías.

En Piura, la situación es mucho más compleja pero técnicamente planteada. La inundación del 27 de marzo, es un claro hecho que debe ser gestionado, primero sabiendo hacia donde se va, segundo con propuestas técnicas y financieramente asumidas. Encauzar el río Piura en todo su cauce es importante para evitar desbordes; tanto como lo es continuar con los pilotes que existen en la ciudad de Piura y Castilla.

Mejorar la medición de caudal y velocidad en la cuenca del Río Piura, permitirá antelarse a desastres. Si algo falló el 27 de marzo, fue la inexactitud de los datos proporcionados por la autoridad respecto al caudal que venía de la zona alta. El tener un sistema de alerta temprana, se hace urgente y necesario y para ello, existen tecnologías que deben aplicarse desde la autoridad responsable.

Las ciudades mismas de Piura, Castilla y Catacaos, cuya vulnerabilidad quedó al descubierto con este desastre, tienen problemas urbanos por la ubicación de su población. Las viviendas en hondonadas deben llevar a una solución que debe plantearse con meridiana claridad por la autoridad municipal. Primero trabajar en el drenaje, segundo, plantear tecnologías adecuadas y conocidas en zonas como El Chilcal, Ignacio Merino y otras zonas, para gestionar el agua de lluvia.

Como ya lo hemos dicho y lo repetimos una vez más; la avenida Vice es un ejemplo a replicar en otras zonas. Los depósitos usados para almacenar agua en el subsuelo, evacuar después o en paralelo evitan inundaciones. Una política de ciudades importantes, tienen planes sostenidos en el tiempo, para ejecutar este tipo de obras que tienen un costo mayor que cualquiera obra de pavimentación simple.

Iglesia Catedral Piura

Existe un llamado a un liderazgo regional, como sucedió en el 82-83 con monseñor Oscar Cantuarias Pastor

Medios de vida, rehabilitación y reconstrucción de infraestructura, reactivación económica y propuesta para la reconstrucción, debe necesariamente imbricarse en una planificación territorial, que es lo que menos tiene la Ley aprobada. Existe una postergación del sistema de planificación territorial y también urbana, en las cuales se debe intervenir mucho para que se hagan con tiempo los planes que se requieren para que la región Piura, no se vea afectada por las lluvias y menos por la crecida de ríos y activación de quebradas secas.

De lograrse una armonía entre la naturaleza y la ocupación antrópica, se puede colegir que los medios de vida, las actividades económicas que sustentan la economía regional y los aspectos socio culturales que la sustentan no se verán afectadas llueva 50 milímetros o 200 milímetros. Es el reto de alguien que no tiene rostro, que podría estar en el campo institucional o en la sociedad misma, pero se requiere con urgencia.

 

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