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Mié, Abr

Crisis institucional y partidos políticos

Andrés Vera Córdova
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andres-vera-cordova-01ERP. El Perú vive una crisis constante de partidos políticos. La población se mantiene alejada de pertenecer a los existentes, excepto pequeñísimos grupos que forman su organización partidaria para dar formalidad a sus aspiraciones de ejercicio del poder. Incluso el APRA, otrora un ejemplo de partido ha dejado de serlo, debido a la paulatina desaparición de aquellos líderes que formó don Víctor Raúl Haya de La Torre.

Debido a la ausencia de organización y planes, en cada proceso electoral, los partidos existentes buscan entre los independientes, o ciudadanos con ambición de ser autoridades, para que los representen. Generalmente son personas con elementos mediáticos que los hacen conocidos en la masa popular. Puede ser un artista, un literato o un empresario de éxito. Los llamados o "buscados" generalmente tienen méritos para ser convocados.

Existe otro grupo, cuyas ambiciones personales van más allá de sus capacidades. Tienen olfato para acercarse a grupos que tienen las mejores opciones. De perder, en la próxima elección estarán insertos en otra organización que muchas veces tiene una ideología y doctrina diferente al anterior partido.

En este caso, no se trata de hacer política; sino al contrario de satisfacer el ego. No importa consolidar un partido u organización, darle continuidad o sostenibilidad en el tiempo; el único interés es querer obtener el poder que otorga un cargo público.

Muchos de estos personajes, logran ser elegidos y bajo las condiciones de precariedad política, ejercen el cargo público logrado, aplicando sus criterios, conocimientos y sus ambiciones netamente personales; dejan en un segundo o tercer plano a la organización que los promovió y al culminar su mandato, es probable que ya estén pensando en la reelección, bajo la sombra de otra organización política. Los partidos u organizaciones de menor nivel, no tienen ninguna injerencia en las decisiones de políticas públicas.

Un ejemplo muy gracioso de esta metamorfosis es lo sucedido con el presidente regional de Piura. En la elección del 2006 fue candidato con Obras + Obras; 4 años después formó la organización regional Construyendo Región. Con dicho movimiento, formó una alianza electoral para participar en las elecciones del 2010, ganó las elecciones y tan pronto asumió el cargo, dejó de lado al grupo que creyó en esa candidatura, y después renunció de Construyendo Región convirtiéndose en presidente regional sin organización partidaria.

Aunque Javier Atkins Lerggios con sus argumentos pretende ser ajeno a lo que sucede en su entorno, lo cierto que su hermano y otros adláteres de Luis Atkins Lerggios, tienen intromisión en las decisiones gobiernistas e inciden para inclinar las cosas a su favor. Es el caso de un personaje que es directivo de la agrupación que pretende formar Atkins y que de repente, con una suerte muy sospechosa, es adjudicatario de varios servicios regionales.

De acuerdo al modelo organizacional del Estado Peruano, una postulación para cargo público es mediante un partido, movimiento regional u organización política local. Nadie puede postular y obtener un cargo público individualmente. La Constitución Política y leyes así lo establecen; sin embargo, cuando alguien es elegido, el ejercicio es a título personal y la responsabilidad partidaria queda en un plano inexistente.

Se ha expresado teóricamente que la consistencia del Estado se encuentra en los partidos políticos. La fragilidad de estas organizaciones en la actualidad, explica la precariedad del Estado peruano. El Acuerdo Nacional analizó en profundidad la crisis política peruana tras la ruptura democrática que realizó el presidente Fujimori. Han transcurrido más de 10 años de este hecho, y los cambios son pequeños.

 

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