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Jue, Abr

Las partituras letales de ciertos asesores legales

Nelson Peñaherrera
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Por: Nelson Peñaherrera Castillo. Laurentino Urbina es un viejo abogado inescrupuloso e ineficaz en todo el sentido de la palabra, que vive a la sombra y los desvaríos de Perfecta Albarracín, una de las mujeres más poderosas de la pequeña ciudad andina de Trinidad, y a la que sabe manipular en su soberbia y cucufatería para hacerle cometer las injusticias más absurdas con tal de retener una influencia que se debilita conforme cambian los tiempos y la mentalidad de la gente.

Y es que la señora Albarracín podrá ser muy rica en bienes pero muy pobre en criterio y conocimientos, a pesar que en algunos momentos se da maña para poner en entredicho a Urbina; sin embargo, su miedo a la soledad –un mal tan latinoamericano- la convierte en una dependiente emocional de ese abogado, quien le dice solo lo que ella quisiera escuchar sin casi cuestionarle nada.

Ésta es una de las subtramas de “La Viuda de Blanco”, una telenovela colombiana de 1996, y que vimos en Perú al año siguiente, que estoy repasando diligentemente cada noche para solazarme con el argumento tan bien enredado, un guion ágil y angustiante, unos personajes estereottípicos hábilmente construídos, y con la añoranza de por qué hasta ahora en nuestro país no podemos hacer teledramas de calidad, que tenemos que importar de países que tampoco es que sean originales en sus historias, sino que las toman de la literatura japonesa e incluso latinoamericana.

El asunto aquí es que el abogado Urbina es el típico asesor que se aprovecha de tu ignorancia y tu elevado autoconcepto para manejarte a su antojo y hasta traicionarte haciéndote creer que juega a tu favor. Entonces, tú terminas poniendo rostro a la ilegalidad creyendo que has tocado el cielo. Y no es así.

El conflicto reciente en Chalhuahuancho, Apurímac, donde una comunidad campesina sostiene una protesta de una década contra una empresa minera por el uso de una carretera para el transporte de lo extraído, y que inexplicablemente se frustraba cada vez que todo el mundo creía haber arreglado las tuercas por fin, halló su explicación esta semana.

Conversaciones telefónicas legalmente interceptadas y filtradas a la prensa probarían que los dos abogados de la comunidad en conflicto manipulaban al presidente de la misma, y por ende a toda la directiva, para que, entre otras cosas, bloqueara la carretera a cambio de una millonaria compensación comunitaria que, en lugar de negociarse a la baja, mas bien se elevaba en un diálogo a todas luces delincuencial.

Y el problema es que la dirigencia, en lugar de aplicar sentido común y no prestarse al juego, se terminó complicando la vida; en lugar de reconocer que hay un error de gestión, porque hay un error de gestión, decidió radicalizar la protesta con tal de no mostrar la debilidad de sus argumentos: una extorsión evidente. En consecuencia, el bloqueo de la carretera que permite sacar el mineral continúa, la minera no puede exportar su producción ni recibir logística, y todo el pueblo no puede conectarse primariamente al resto de Apurímac o el vecino departamento de Cusco, con el que tienen una gran conectividad. Mucho menos está recibiendo regalías sobre las ganancias por la exportación.

las bambas

La justicia tiene detenidos preliminarmente a los dos asesores legales, y el resto de la dirigencia, en lugar de deslindar con el alegado ilícito, ha cortado todo diálogo con las autoridades nacionales y regionales exigiendo primero la liberación de esos investigados y llegando a extremos de atacar a un helicóptero donde iban tres ministros de Estado para intentar un canal de comunicación. Solo un milagro hizo que las piedras no impactaran al rotor o la hélice, si no estaríamos contando otra historia.Incluso atacaron a la prensa cuando se liberaba al presidente de la comunidad, quien también fue detenido preliminarmente para investigarlo pero no se le hallaron elementos de convicción. Y fue esta detención una de las razones para cortar el diálogo, dicho sea de paso.

Ahora mismo, todo el distrito de Chalhuahuacho tiene suspendidas las libertades constitucionales de inviolabilidad de domicilio y derecho a la reunión; pero la dirigencia, en lugar de ceder, radicaliza: en lugar de deshacer el nudo gordiano, le agrega otro más; en lugar de actuar estratégicamente, reacciona con violencia.

Entonces, comienza a sembrarse la duda sobre la legítima protesta social, en la que se impulsa una causa moral y legalmente justa, pero termina convirtiéndose en una lista de mercado donde la agenda se difumina tanto que, al final, la dirigencia no termina teniendo claro por qué alza su voz. Ya nos sucedió el año pasado en los paros del valle de San Lorenzo cuando se reclamaba por mejores precios para la exportación de mango, pero al final se pedía diez y hasta quince puntos variopintos al extremo de que entrevistabas dos o tres dirigentes y no tenías clara cuál era la causa de fondo. Y, como recordamos, ni siquiera consiguieron el precio por el que bloquearon la carretera.

La pregunta es legítima: ¿acaso hay ciertos intereses externos a la comunidad que dicen asesorarla pero terminan revolviendo tanto el río haciendo que la ganancia solo se quede en los bolsillos de dos o tres pescadores?Ojo al Bajo Piura. Tras las protestas del 27 de marzo ya están anunciando un paro indefinido hasta lograr que se reconstruya, ¿pero que se reconstruya dónde?, pues en lugares donde ya antes se había inundado, donde se volverá a inundar, donde el gobierno ya había advertido en 2017 que no autorizará realizar obra alguna por cautelar la vida de la gente. Pero la gente no entiende de razones, se encapricha, hace gala de un empoderamiento ciudadano (que no está mal) y termina pidiendo que le construyan una trampa mortal… ¿para qué y a cuenta de quién?Definitivamente es cierto que el proceso de reconstrucción en Piura avanza a paso de tortuga, pero también es cierto que, al menos en el valle del Piura, las zonas elegidas para rehacer las comunidades son geográficamente las más inadecuadas. Digo, si quieres evitar la inundación no vas a refugiarte a una hoyada o en toda la ribera del río, sino en un lugar que te ofrezca protección natural contra ese problema. En tal aspecto, al menos Sullana aprendió la lección en 1983 y Villa Primavera es la mejor evidencia. Ya pasaron dos eventos El niño extraordinario y esa comunidad formada por damnificados nunca volvió a sufrir con agua hasta el cuello o la activación de una quebrada, salvo malisísima suerte. Sigamos.

Que es legítimo reclamar cuando sentimos que hay algo injusto, claro que es legítimo y necesario; la diferencia está en las formas. Y el consejo clave aquí es que si quieres sentarte a negociar con el gobierno, la empresa o con quien sea, no se trata de ser el más fuerte o el más violento; se trata de ser el más hábil e inteligente para saber impulsar una agenda clara, transparente y consensuada. Por supuesto que no es la salida más rápida, pero sí la más consistente y sostenible.

Por lo tanto, si tu asesor legal, o asesor a secas te sale con el viejo recurso de los bloqueos, las agresiones o cosas similares, desconfía. Conozco casos en que los asesores legales aconsejaron una larga salida pacífica, y ahora las comunidades involucradas están satisfechas en la mayoría de sus necesidades, porque entendieron que negociar no es ganar todos los puntos, sino saber reclamar y saber ceder llegando a un punto medio.

En la ficción colombiana, el abogado Urbina fabricó pruebas para que mandaran a la cárcel a la cuñada de Perfecta Albarracín, cuyo único defecto era ser de un nivel socioeconómico humilde; entonces, tan mal estuvo armada la argucia legal, que la cuñada fue absuelta, el caso archivado, y la señora Albarracín no solo ha perdido su orgullo y hegemonía, sino la patria potestad sobre sus dos nietos que fueron arrebatados a su madre mediante una probanza fundamentada en la mentira.

Pero el abogado Urbina no es capaz de reconocer su error, sino que sigue convenciendo a Perfecta que todo el mundo es corrupto menos él, y Perfecta cae redondita en la trampa.Abramos bien los ojos y la mente, pues los Laurentinos Urbinas pululan peor que moscas, cantan cual sirenas, nos hacen creer que tenemos la razón por encima de cualquier otra razón, y la vida no es eso. Si no aprendemos de esas ficciones basadas en la realidad o de esas realidades que superan la ficción, tarde o temprano, como a Perfecta Albarracín, todo el entramado que armamos para tener agarrados del cuello a quienes queremos dominar, nos terminará estrangulando hasta morir.Por si alguien quiera repasar la telenovela, comience aquí:

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Diario El Regional de Piura
 

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