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Vie, Abr

Mariano Melgar, entre la Patria y la poesía

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. En nuestras clases de primaria, y aún, por la previa lectura de libros y revistas, acabábamos enterándonos de la existencia de figuras ligadas a nuestra historia, así como de la geografía, escenario que actuaba como testigo de los hechos individuales y sociales, protagonizados por los varones y las mujeres del Perú.

Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones

Una figura de gran proyección nacional, es la de Mariano Melgar, personaje a quien conocemos por su creación literaria, por su inmortal amada, Silvia, y por su sacrificio heroico en Umachiri, lugar donde reposaron sus restos hasta la primera mitad del siglo XX, tal como lo pudimos observar en un ejemplar de la revista “Variedades”

Mariano Melgar Valdivieso, había nacido en Arequipa en 1890, en los años posteriores al levantamiento de Túpac Amaru, y con toda seguridad, creció escuchando sobre esta epopeya, porque ya la semilla de la libertad estaba no solo plantada, sino que su árbol había extendido sus hojas de manera frondosa.

Mariano Melgar inicialmente fue un estudiante con inclinación al sacerdocio, pero finalmente desistió de esta orientación, porque fue más fuerte su corazón en el amor que sintió por “Silvia”, y a ella escribió sus sentidos poemas que son verdaderas cartas del corazón, saliendo de la pluma de un enamorado de la libertad, y de la igualdad, en un mundo en el que empezaban a sonar trompetas de cambios, a partir de la Constitución de Cádiz de 1812.

Una de sus poesías, es justamente una oda a la Constitución de Cádiz, esa carta redactada en España, con participación de los diputados americanos, en los debates de esa verdadera Constituyente. La letra nos igualaba en ciudadanía, pero no en independencia, porque las colonias iban a seguir bajo el control del aparato hispano, y deberían manifestar la fidelidad a la Corona de Castilla, pese a que los vientos separatistas continuaban, aunque se prometiera el tratamiento de reinos a las colonias hispanas en América.

Mariano MelgarBusto de Mariano Melgar en el Panteón Nacional de los Próceres de la Independencia

Así vemos que en 1814, los Hermanos Angulo y el cacique Pumacahua se levantan en nombre de la libertad e igualdad, y con ellos, los americanos de esa parte del continente sintieron el llamado patriótico que salía desde la imperial ciudad del Cusco, y entre los jóvenes que se alinearon, estuvo Mariano Melgar, cuyo patriotismo se manifestó en cada momento, la paria lo llamaba y ahí estuvo su pluma, y las armas que lo convirtieron en un soldado de la patria.

Siguió el itinerario de la lucha, estuvo en la toma de Arequipa por los patriotas, y con ellos fue hasta Umachiri, lugar donde el 11 de marzo de 1815, se enfrentaron contra los realistas. Ese fue el enfrentamiento bélico que terminó con la aspiración de Pumacahua, y tras la victoria realista, Mariano Melgar fue fusilado al día siguiente, hasta entonces venía actuando como auditor de guerra de los patriotas, y con él fueron ejecutados otros amantes de la independencia.

Tumba de MelgarTumba de Melgar en Umachiri

Los realistas fueron capitaneados por el brigadier Juan Ramírez Orozco, quien fuera enviado por el general Pezuela, después de los reveses que sufrieran los fieles al Rey en el Alto Perú y en el Río de la Plata. La gesta de Umachiri o Humachiri es una de las más conocidas en la historia del Perú, pero generalmente se reduce todo el escenario bélico, a los nombres de Pumacahua y de Melgar, los otros, cuya cifra varía entre 15.000 y 30.000 patriotas, aún siguen esperando que se les reconozca, como a los tantos que honra la memoria de la patria.

Diario El Regional de Piura
 

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