ERP. Una docente talareña, que ingresó al hospital de contingencia Virgen de Fátima con el 80% de sus pulmones comprometidos y un agricultor, ganaron la batalla al coronavirus. Ambos pasaron más de un mes conectados a un ventilador en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de contingencia Virgen de Fátima y ya están en sus hogares, junto a sus familias.
Cinthya, una maestra de 43 años, esperaba a su alta llevando en sus manos un globo en forma de corazón y un rosario que se convirtió en el arma con la que se aferró a la vida, pues le rezaba todos los días a la Virgen de Fátima por su recuperación, para poder estar junto a su única hija. Ambos presentes fueron obsequiados por las enfermeras que la atendían.
"Estaba embarazada, pero mi bebé no soportó, Dios me ha dado una segunda oportunidad y ahora mi hijo es mi ángel. Ha sido una lucha constante, una gran lección que podré dar a mis alumnos", dijo Cinthya.
La hija de esta luchadora no dejaba de abrazar a su madre y llorar de emoción, mientras recordaba que durante los 35 días que su madre pasó en el hospital del estadio Campeones del 36, ella siempre la acompañana en sus oraciones y le enviaba cartas diciéndole lo mucho que la amaba y que la esperaba para engreirla.
La lucha tuvo sus frutos
En el otro lado del de la puerta principal estaba José, un agricultor de 40 años, dedicado a la producción de banano, que esperaba ansioso por volver a su casa en Bellavista y abrazar a sus dos hijas.
José pasó 37 días en la UCI, debido a que tenía gran parte de sus pulmones comprometidos. Su esposa dice entre bromas que lo tendrá bien vigilado porque sabe que quiere ir a trabajar la tierra, lo cual tendrá que esperar por recomendación de los médicos.