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Vie, Abr

Como el cambio climático afecta a la erosión del suelo y del agua

Ciencia y tecnología
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ERP. Llevamos años hablando sobre el cambio climático y a estas alturas la mayoría de las personas tiene una idea general de los problemas que presenta. Analizando desde un punto de vista más técnico, numerosos estudios encuentran relación entre la erosión del suelo y el cambio climático. No es el único parámetro que se ve afectado, pues las alteraciones climáticas también afectan al nivel de humedad y a la tasa de infiltración, así como en otras cuestiones, como el dificultar la gestión de la tierra para las labores agrícolas.

Un agricultor por si solo no puede revertir las acciones producto del cambio climático, pero puede adaptar su forma de realizar la agricultura para minimizar el impacto y mantener un buen rendimiento en su campo. Para ello, se debe reducir la labranza el máximo posible o adoptar el método de siembra directa en combinación con técnicas de gestión de insumos como nutrientes o agua. Este método no solo reduce la erosión del suelo al no levantar el suelo y dar la vuelta a las diferentes capas que lo componen, también contribuye a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al labrar el suelo, el carbono allí contenido se libera al aire y al entrar en contacto con el oxígeno, se une al dióxido de carbono generando los indeseados gases de efecto invernadero.

Tipos de erosión del suelo

Se considera erosión al proceso por el cual el material terrestre se desgasta, descomponiéndose en pequeñas partículas (denominadas sedimento) que acaban siendo desplazadas por factores naturales como el viento y el agua. En dicho proceso, el material terrestre puede perder parte o la totalidad de alguna característica propia, en función de la fuerza de la erosión. Podemos distinguir 2 tipos de erosión:

Erosión por agua

El agua en estado líquido es la principal causa de erosión. La acción de este elemento en sus diferentes formas produce hasta 4 tipos de erosión:

  • Por salpicadura: Debido al impacto de gotas de agua, por ejemplo, cuando llueve.
  • Laminar: Producida principalmente por escorrentías.
  • Por surcos: Las pequeñas corrientes de agua, como riachuelos o arroyos, acaban por formar un pequeño canal por el cual discurre el agua, alterando el relieve del terreno.
  • Por cárcavas: Las grandes corrientes de agua formadas por grandes lluvias y deshielo arrastran una gran cantidad de partículas. Una vez esa corriente desaparece, el resultado suele ser, en función de la erosión, grietas, cañones o valles.

Dada su magnitud, mares y océanos son las masas de agua que más erosión producen. La fuerza de las olas al impactar con estructuras terrestres puede cambiar el relieve costero al convertir grandes rocas en pequeños guijarros y arena. Asimismo, erosiona los acantilados formando agujeros que posteriormente se transforman en cuevas. Si las olas terminan por deteriorar el techo de la cueva, haciendo que colapse, genera estructuras denominadas chimeneas marinas.

Erosión por viento

El viento es otro gran agente erosivo. Además de desgastar la superficie terrestre, su acción transporta arena y ceniza de un lugar a otro. En el caso de la arena, como es el caso del desierto, el viento puede llegar a levantar enormes muros de arena o dunas. Un gran desgaste del suelo tiene como consecuencia tormentas de arena, las cuales pueden destruir cosechas enteras cuando no suceden en el desierto.

En las zonas secas no desérticas, el constante impacto del aire a gran velocidad contra la roca puede desgastar las partes “blandas” de esta, puliéndolas hasta dejarlas completamente lisas o llegando a crear artefactos, rocas esculpidas a lo largo del tiempo debido a la erosión del viento.

Posibles escenarios relacionados con la erosión del suelo

Sabiendo del impacto del cambio climático en la erosión del suelo, en los últimos años se han realizado estudios para conocer posibles escenarios respecto a este problema a lo largo del siglo XXI. En la mayoría de los estudios se indica que la erosión del suelo, independientemente de las condiciones climáticas locales, será un problema en mayor o menor medida en la mayoría de países del mundo. Igualmente, la predicción sobre la erosión del suelo sitúa el aumento de ésta en un 35-70% respecto a los valores actuales.

Si la agricultura no empieza a adoptar técnicas y métodos que ayuden a frenar el cambio climático, se prevé que para finales de siglo la pérdida de tierra cultivable cada año sea el doble que la actual. Si bien es imposible reducir la erosión del suelo a 0, es importante reducir al máximo ese valor para mantener toda la tierra cultivable posible, ya que está previsto un aumento significativo de la población mundial en las próximas décadas.

Diario El Regional de Piura
 

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