ERP. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá el próximo 25 de julio en la Casa Blanca con los mandatarios de Guatemala, Honduras y El Salvador para abordar la crisis humanitaria en su frontera sur provocada por la llegada en los últimos ocho meses de más de 57.000 niños no acompañados, la mayoría de Centroamérica.
El encuentro había sido solicitado por los mandatarios del llamado Triángulo del Norte de Centroamérica, que son los que más involucrados en la migración de menores hacia Estados Unidos.
Dicha reunión tendrá lugar cuando el número de menores no acompañados que cruzan la frontera de Río Grande ha comenzado a disminuir. La situación en la frontera con México ha provocado un enorme desgaste a la Casa Blanca y la Administración Obama en las últimas semanas.
Aproximadamente 2.000 niños intentaron llegar a territorio estadounidense el pasado mes de junio, según ha confirmado a la agencia Reuters un alto funcionario. En la segunda semana de julio esos números habían caído por debajo de 1.000, y la tendencia se mantiene.
El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, ha declarado de cara a esta convocatoria que se le debe dar un trato digno a los niños migrantes y que se buscará establecer la reunificación familiar.
Existen sectores en Estados Unidos que exigen que los menores migrantes de Centroamérica sean deportados de inmediato, algo que en la actualidad la legislación estadounidense sólo permite en el caso de niños mexicanos y canadienses, por tratarse de países limítrofes.
Obama ha sido criticado por sus rivales republicanos, quienes sostienen que sus políticas de inmigración han incitado la avalancha de menores de edad que intentan llegar a Estados Unidos.