ERP. Solo necesitó 400 soles para lograr que sus sombreros de paja toquilla ahora se luzcan en las más importantes tiendas de Estados Unidos y Europa. Esta es la historia de Martha Sosa Villegas (52) quien es un testimonio de lucha y sacrificio.
En los 43 años que llevaba vendiendo sombreros a turistas nacionales y extranjeros en Catacaos, la posibilidad de exportar estos sombreros era algo que no estaba en sus planes. Sin embargo, aprovechó la oportunidad cuando se le presentó por su firme deseo de emprender.
Se animó a solicitar un crédito en Caja Piura para comprar la materia prima y los insumos que le faltaban, así reunió el capital necesario para vender más de 20 mil sombreros de paja toquilla a la ciudad de Texas, Estados Unidos.
Sosa aprendió este arte desde muy niña, gracias a las enseñanzas de sus bisabuelas en el centro poblado ‘Vía Pedregal Grande’ en Catacaos.
Entre sus trabajos destacan los sombreros chalanes, sombreros de caballo de paso, sombreros finos de alta calidad, sombreras de mujer, y los de niño y niña, exclusivos para los mercados internaciones.
También elabora carteras, souvenirs, bandejas individuales, cestos, canastas, flores, floreros, bandeja de diseños y colores en diferentes acabados; todos en paja toquilla y hechos a mano.
Para los tintes de estos productos usa flores como achote, palillo, entre otros traídos desde la sierra de Huancabamba.
“En el primer envío que realicé al extranjero, tuve mucho miedo. Temí perderlo todo, pero gracias a Dios todo salió bien y eso me motivo a seguir invirtiendo. Con el tiempo, pude adquirir algunas máquinas que ayudan a que mis sombreros tengan un mejor acabado. Procuro que mis sombreros tengan la mejor calidad posible, porque cuando los exporto, representamos al país. Nosotros, seguimos haciendo patria, junto a los emprendedores sacamos adelante al Perú”, sostuvo la señora.
