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Vie, Abr

Obama reta a republicanos que se oponen a su Acción Ejecutiva

Estados Unidos
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Barack ObamaAcción Ejecutiva, favorece a 5 millones de inmigrantes

ERP. "No me daré por vencido". Con esas palabras, el presidente Barack Obama salió al cruce de quienes criticaron la acción ejecutiva que anunció el jueves. Desde una escuela en Las Vegas, Nevada, donde la mayoría de los alumnos son hispanos, el mandatario defendió su decisión que amparará de la deportación a entre 4.5 y 5 millones de indocumentados. Y le exigió a los republicanos en el Congreso que "aprueben una ley" de reforma migratoria.

Obama se defendió así de la ola de críticas que le llovieron desde que ayer se conocieron los detalles de su acción ejecutiva que protege a padres de ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes y amplía la fecha de cobertura de la Acción Diferida (DACA) de los dreamers. Todos ellos, además de obtener un amparo para evitar las deportaciones podrán gestionar un permiso de trabajo.

El mandatario pronunció su discurso en la escuela Del Sol donde el año pasado, a comienzos de enero, definió sus principios de una reforma migratoria, un día después de que un grupo bipartidista de senadores anunciara la redacción de un proyecto para regularizar la permanencia de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.

La medida anunciada ayer por Obama no beneficia a todos ellos, pero trae alivio a unos 5 millones.

"No todos van a calificar, eso es cierto. Es por eso que tenemos que aprobar una ley", dijo Obama a un joven del auditorio que lo interrumpió en medio del discurso.

Reforma migratoria

El Presidente recordó su trabajo con congresistas de los dos principales partidos para aprobar la reforma migratoria el año pasado. "Fui a trabajar con el Congreso, empecé con el Senado. Demócratas y republicanos aprobaron una ley bipartidsta basada en principios" comunes. "Fue una buena, y sólida ley con sentido común", agregó el Presidente.

"Han pasado 512 días. Un año y medio y lo único que hay en el medio entre esa ley y mi escritorio es una simple votación por "si" o "no" en la Cámara de Representantes. Si hubieran permitido que se votara la hubieran aprobado y la hubiera firmado y hoy sería ley", sostuvo Obama.

"Hay republicanos que trabajaron duro en esta ley y merecen el crédito", destacó el Presidente quien recordó que estuvo en contacto con el líder de la mayoría republicana, John Boehner, durante todo el proceso.

"Le dije lavaré tu auto, pasearé tu perro, haré lo que necesites para que se vote la ley", dijo Obama con ironía. "Y no lo hizo". Boehner mantiene frenado el proyecto de ley aprobado por el Senado desde junio de 2013.

"Vine a decirles que no me voy a dar por vencido. Nunca me doy por vencido", dijo Obama y la multitud estalló con un imparable "Sí, se puede. Sí, se puede" cargado de aplausos y vivas.

Antes de despedirse, el Presidente les prometió que "seguirá trabajando con los congresistas" hasta que se apruebe una reforma migratoria que beneficie a los indocumentados que se quedaron afuera de los beneficios de su acción ejecutiva.

El mandatario pronunció su discurso en la escuela Del Sol donde el año pasado, a comienzos de enero, definió sus principios de una reforma migratoria, un día después que un grupo bipartidista de senadores anunciara la redacción de un proyecto para regularizar la permanencia de los 11 millones de indocumentados.

El amparo anunciado por Obama tiene una duración de tres años y la fecha de inicio de la acción ejecutiva será anunciada en las próximas semanas por la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigraciòn (USCIS, en inglés).

En su discurso del jueves, Obama dejó claro que la acción ejecutiva representa un alivio migratorio temporal, y que una solución permanente está en manos del Congreso con la aprobación de una reforma migratoria comprensiva e integral.

La protección anunciada ayer no otorga derecho a la ciudadanía o una residencia permanente para los indocumentados elegibles. El derecho a la ciudadanía es un beneficio que sólo puede ser conferido a los inmigrantes sin papeles por el Congreso a través de una reforma migratoria, por lo cual el presidente lamentó que el actual sistema obligue a los inmigrantes indocumentados a vivir "en las sombras" y separados de sus familias en muchos casos.

 

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