La provincia de Talara y la inestabilidad de sus alcaldes legítimamente elegidos

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ERP. Han vacado, sacado, desaforado, botado, expectorado de su cargo a José Bolo Bancayán, alcalde de la provincia de Talara elegido para el período 2015-2018. Sigue el camino de sus predecesores y se repite una negra historia que se está convirtiendo en común esta provincia, es decir quebrar e interrumpir el periodo de gobierno para el cual fueron elegidos. Una mirada rápida de lo acontecido en el tiempo nos dirá con más luces las razones de esta inestabilidad.

Las historias de crisis de gobernabilidad de esta provincia van acompañadas del auge del petróleo. Talara fue una ciudad cerrada hasta la década de los 50 del siglo XX y para ingresar se requerían permisos especiales, no justamente de peruanos. La ciudad era muy ordenada y los estilos arquitectónicos diferían con ese otro Perú que se encontraba fuera de su contexto.

Llegó la era del gobierno militar y por lo tanto, el petróleo dejó de ser americano y la International Petroleum Company (IPC) pasó a los planos legales. Si bien es cierto, se buscó nacionalizar lo que otros explotaban muchas veces con el aval del gobierno central, los sincretismos fueron difícil de erradicar. Muchos asumían tradiciones y costumbres americanas y sin duda, lo más notorio estaba relacionada con las formas y modos de vida.

Petroleo talara

Talara, es una provincia muy marcada por el petróleo

Los ingresos familiares eran altos en relación a otros territorios y eso creó un mundo de liviandad reflejada en un machismo imperante y el costo de vida. Era la provincia favorita para la venta de bebidas alcohólicas y lo que más proliferaban eras los bares y restaurantes para atender la demanda local. Adicionalmente a esta vida entregada al trabajo y también a la diversión se multiplico la presencia de algunos males sociales.

No se requería mucha formación para realizar los trabajos relacionados a la actividad petrolífera; en consecuencia, cualquiera persona de Piura buscaba una oportunidad en la provincia petrolera. La migración hacia Talara era positiva y estaban relacionadas con la oportunidad laboral y los altos sueldos, en relación a otros territorios, que recibían. La mano de obra era mayormente masculino.

La explotación del petróleo determina las formas de vida, las formas de vida seguían sin pensar que en cualquier momento el recurso podía acabarse o estancarse. Es lo que se observa en los últimos años y aunque se construye en la zona una refinería más moderna, se cree que la capacidad estaría limitada debido a lo existente.

En esta provincia se inspiraron la creación de las 8 horas para las jornadas de trabajo y fue un campo fértil para las reivindicaciones sociales. Los trabajadores de las primeras décadas del siglo XX se nutrieron de las influencias de Víctor Raúl Haya de la Torres y también de las influencias de José Carlos Mariátegui. Era la provincia preferida de don Luciano Castillo Colonna y de don Hildebrando Castro Pozo.

Los alcaldes tuvieron esa inspiración o con el aprismo y con el socialismo. Tras la creación de la provincia fue elegido don Luis Núñez Taimán, un personaje de grata recordación. Posteriormente lo reemplazó don Juan Blume García. Paralelo a los cambios políticos la ciudad dejaba de ser solo Talara Baja y Talara Alta, para dar paso a una inmensa invasión de terrenos con fines de vivienda, de tal manera que la Ciudad Jardín, solo quedó reservada a un calificativo del cercado.

El triunfo del Apra con Luis Romero Agurto, marcó una etapa más festiva. Agurto era médico de profesión y conocía la realidad social de su provincia. Sabía que la prostitución crecía porque un alto ingreso dinamiza estas demandas. Las casas de cita aumentaban en lo formal y lo informal usaba las calles para la urgencia inmediata de los trabajadores petroleros. Esta situación se hizo imperante y el calificativo de la “Ciudad Rosa” sumó a la de “Ciudad Jardín”. En efecto, ya no era solo el orgullo de tener una ciudad ordenada la que distinguía a Talara, sino los males sociales y entre ellos los de la prostitución que la caracterizaban.

Romero Agurto, frente a esta situación decidió construir un prostíbulo en Talara. Es decir, un lugar donde las féminas puedan estar en condiciones higiénicas y los trabajadores puedan visitar, si lo deseaban, en un lugar que no sea público. De repente, Romero Agurto, fue criticado, cuestionado y vituperado por tan osada iniciativa, que lo llevó a tener dificultades posteriores.

Quizá el momento más estable de esta provincia haya sido el gobierno de don Rodolfo Sánchez Torres. Un alcalde conocido por su religiosidad y su vocación de servicio. Portaba, quizá en señal de protección divina, un enorme cadena del Cristo crucificado en el pecho, el que mantuvo durante sus 4 periodos de gobierno. El conocido “Profe” se retiró con la satisfacción del deber cumplido y no se conoce que haya estado en escándalos de ninguna índole.

Posteriormente cedió la posta otra vez a Luis Romero Agurto y nuevamente los escándalos fueron el día a día de medios de comunicación local. Los gobiernos locales tenían mucho más recursos a los normales y esta situación le puso un mayor dinamismo a los conflictos internos y externos. Igualmente, la creación del canon petrolero, otorgaba recursos adicionales para estudios y obras y por lo tanto, las posibilidades de adjudicación crecieron exponencialmente.

José Vitonera Infante lo sucedió y todo indicaba que seguiría en el gobierno local. Talara prosperaba en algo, se ejecutaban algunas obras importantes para la provincia y merced a esa particularidad fue reelegido. Los problemas con Petroperú eran crecientes y la importancia del gobierno local se inclinaba por gestionar mejoras para la provincia. En su segundo gobierno, coincidió con el de su líder nacional Alan García Pérez.

Jose Vitonera Infante

José Vitonera Infante, ex alcalde vacado de la provincia de Talara

García Pérez decidió entregarle un cupo del directorio de Petroperú, sin presagiar que estaba impedido para ejercer un doble cargo. Los adversarios políticos y que no eran pocos, de inmediato aprovecharon el desatino del gobierno central y pidieron la vacancia de Vitonera Infante, quien no pudo salir del embrollo. El Jurado Nacional de Elecciones lo vacó a un año de culminar su segundo periodo.

El promotor de la vacancia se postuló para ser alcalde de la provincia de Talara, sin éxito; sin embargo, quedó demostrado que entre la vindicta legal y el voto popular existe una gran distancia. En el caso de Vitonera Infante el Jurado Nacional de Elecciones entregó las credenciales de alcalde al regidor Juan Castillo Chinga, quien culminó el mandato del vacado; además de llamarse a otro regidor para que complete la nómina de concejales.

Juan Castillo Chinga

Juan Castillo Chinga reemplazó al vacado alcalde José Vitonera Infante

Por su parte, Vitonera Infante ha pretendido regresar a la arena política. De acuerdo al expediente, la vacancia no fue por actos de corrupción y solo fue una colisión entre lo que norma la Ley para el doble cargo. Actualmente se prepara para ser nuevamente candidato, pero lleva el lastre consigo y es probable que sea superado por nuevos líderes de la provincia de Talara.

El siguiente alcalde llegó en la agrupación Unidos Construyendo. Rogelio Ralvis Trelles Saavedra, es un empresario local y un sempiterno candidato. Después de varios intentos se convirtió en alcalde y se supuso que su condición de empresario de la salud, lo posicionaría mejor en un entorno de dudas, suspicacias y corruptelas. Pero no fue así, el dueño de la clínica TRESA, sucumbió ante la realidad de los hechos y fue acusado de actos de corrupción y posteriormente vacado del cargo que tanto luchó para conseguirlo.

Rogelio Trelles

Rogelio Trelles Saavedra sucumbió a las presiones de la corrupción y fue vacado

Rogelio Trelles fue reemplazado por el arquitecto Jacinto Timaná Galecio y aunque se mantuvo muchas dudas sobre su accionar municipal lo cierto que culminó el periodo de gobierno sin mayor obstáculo. Pretendió continuar con el cargo, pero la población de Talara no votó por su candidatura.

Jacinto timana

Jacinto Timaná Galecio, reemplazó a Rogelio Trelles Saavedra en el cargo de Alcalde

Varios talareños al conocer la escandalosa gestión de Trelles Saavedra, creyeron en una nueva actitud de las futuras autoridades municipales. En tal sentido, votaron por amplia mayoría al líder sindical José Bolo Bancayán, quien de manera sorprendente repitió los mismos errores de su predecesor e inició un camino de yerros, equivocaciones y debilidades que influyó para que otros miembros del Concejo Municipal lo cuestionen.

Un poder oculto y manejado por unos empresarios de las impresiones, comenzaron a interactuar en el manejo económico y también en el administrativo. La presencia del gerente municipal, fue una clara evidencia que Bolo Bancayán o estaba comprometido o simplemente era un pusilánime incapaz de realizar una gestión límpida y transparente. Su formación como líder sindical, de alguna manera hizo creer a sus votantes que tendría un buen actuar, pero no fue así.

Jose Bolo Talara

José Bolo Bancayán, no se salvó ni por el nombre de santo que tiene. En "Todos los Santos" lo vacaron

Los talareños participaban en la festividad de “Todos los Santos” y no fue suficiente que su nombre del santoral de la Iglesia Católica lo proteja. El Jurado Nacional de Elecciones procedió a declarar su vacancia y por lo tanto, dar por concluida antes de tiempo el mandato que debería culminar en el 2018. En su reemplazo y por tercera vez consecutiva asumirá el regidor hábil que le sigue es decir, la abogada Rosa Elvira Vega Castillo, asumirá el mandato por el tiempo que resta.

Rosa Vega Castillo

Rosa Vega Castillo, se convierte en alcaldesa, cargo que no pudo obtener por votación popular

Sin duda, que Juan Castillo Chinga, Jacinto Timaná Galecio y Rosa Elvira Vega Castillo, tienen algo en común, ejercerán un cargo por imperio del Jurado Nacional de Elecciones y por vacancia de los alcaldes titulares.

De igual manera, tienen algo en común, ejercerán un cargo que es probable por el voto popular jamás lo hayan logrado. Se espera que adopte los correctivos del caso, defenestre al Gerente Municipal y otros funcionarios de dudosa credibilidad, defenestre los poderes de facto que se mueven en la sombre y realice una gestión en beneficio de Talara. No es difícil.