Pariñas/Talara (ERP). Con el inicio de clases ha empezado también la preocupación para muchos padres por la seguridad de sus hijos, ya que el año anterior en algunos colegios se decomisaron dosis de estupefacientes en poder de alumnos.
Y es que se ha vuelto una constante que en las esquinas y arrimados a las paredes se sitúen jóvenes de mayor edad, vestidos de civil, que conversan con varios alumnos. Entre ellos se ríen, se abrazan, se estrechan las manos y se las meten a los bolsillos.
Escenas como la descrita, se observan a menudo. “Así sea hombre lo vengo a dejar a la entrada, y mi esposo lo recoge a la salida. Nos dan miedo las drogas, las pandillas y los robos”, cuenta una preocupada madre de familia de uno de los colegios de Talara Alta.
Es por ello, y debido a la presencia de sujetos de dudosa procedencia que a diario se les ubica en las inmediaciones de los colegios más populosos de Talara, preocupados padres de familia, nuevamente vienen solicitando al Serenazgo y a la PNP para que intensifiquen los controles en las inmediaciones de los colegios.
“Es preocupante lo que está ocurriendo, los micro comercializadores de droga ven a los alumnos y adolescentes como consumidores potenciales. En este caso, debe haber una relación más directa entre padres de familia, hijos, director del centro educativo y los profesores de los escolares”, ha dicho el psicólogo Manuel galán Castillo.
“La venta de droga en los alrededores de los colegios públicos y privados, podría convertir a un estudiante en un adicto más; lo que pone en peligro a los jóvenes alumnos, para quienes cada vez es más fácil conseguir droga en la parte externa de los colegios”, alertó.
