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Dom, Abr

“A pelo” para quienes todavía hablan pestes sobre el preservativo

Nelson Peñaherrera
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Por: Nelson Peñaherrera Castillo. Las palabras “preservativo” o “condón” todavía siguen causando controversia. Sí, bajo el dintel de la segunda década del tercer milenio de la Era Cristiana, hay gente que lo sigue viendo como algo inmoral, hay gente que sigue teniendo la misma sonrisita nerviosa, hay gente que se bloquea al usarlo, hay gente que piensa en la “amenaza” que significa contra el placer y la hombría; pero hay pocas personas que lo ven como un salvavidas.

Cuando en julio de 2014 decidimos publicar aquí en el Regional de Piura, una serie de artículos sobre salud sexual y reproductiva, cuya base fue precisamente el uso correcto del preservativo según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que nadie supuso fue el impacto que tuvo en la audiencia, más de 20 mil visitas acumuladas, desde la primera historia sobre una encuesta aplicada en una escuela rural de Pacaipampa https://tinyurl.com/tbw83r8 hasta una recapitulación de lo que es el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA), cuyo día mundial se observa hoy domingo 1. https://tinyurl.com/wplfkne

La semana pasada, el autor de esa serie -el obstetra Marco Paulini Espinoza- me pasó un enlace de un artículo publicado en julio de 2019 por La Voz de Galicia (España), donde se leía que los casos de sífilis, gonorrea, clamidia, condilomas y tricomoniasis parecen estarse disparando a nivel mundial, según datos de la propia OMS. Solo cada día hay un millón de diagnósticos positivos nuevos en todo el planeta, y las autoridades no temen tanto por los confirmados, sino por los que ni siquiera lo saben y podrían estar diseminando esas enfermedades mediante el contacto sexual, que es la principal vía de contagio. https://tinyurl.com/uzsxt67

Lo que la OMS sí tiene clarísimo es que tales problemas están disparándose porque las personas estamos prescindiendo la exigencia del preservativo cuando tenemos relaciones sexuales del tipo que sea. Sí, aquí el punto no es si tú te acuestas con alguien del sexo opuesto, de tu propio sexo o de ambos sexos; el tema de fondo acá es si tú usas condón, pides que lo use la otra persona (o las otras personas porque también practicamos sexo en grupo, y no me digan que no), o si decimos que no cuando hay una negativa a utilizarlo.

condon

Si tienes la certeza total de que tú y tu pareja practican la monogamia, y una vez que lo hayan descartado mediante la prueba médica pertinente, las infecciones de transmisión sexual (ITS) no deberían ser causa de mayor preocupación. El problema, muchas veces, no es mi conducta sexual actual sino mi conducta sexual anterior.

Ahora, que si ésta ha sido consistente, considérate un privilegiado o una privilegiada. Mucho más si evitaste comenzar tu vida sexual cuando adolescente. ¿Por qué? Porque hasta para ir a la cama, si fue en una cama, ay que acumular ese devaluado bien llamado madurez física y afectiva junto a ese otro casi desconocido llamado respeto mutuo.

Como dice mi compañero, “en la época actual el otro problema casi que no es de conocimiento” porque la información oficial está en portales autorizados como el Ministerio de Salud; la OMS o su oficina regional, la Organización Panamericana de la Salud; “el problema en la época actual es la actitud”, es decir si nos da la gana o no nos da la gana convertir la teoría en práctica.

En tanto comunicador social, una cosa que tengo clara es que la actitud se construye no tanto cuando el individuo se educa mediante el conocimiento, sino cuando ve que sus pares repiten una conducta, en especial sus referentes a los que reconoce como mentores (teoría del ejemplo). Como parte de nuestro proceso de autoinclusión social, buscaremos hacer lo que otros hacen para sentirnos parte de un grupo.

Claro que también estamos los rebeldes con causa que no seguimos la corriente general porque nos parece ilógica, irracional, descabellada, retrógrada o simplemente tonta. Aunque somos minoría, somos una comunidad también, pero yendo en sentido opuesto. Regresemos al punto; sin embargo, antes quisiera advertir que hablaré de genitales, entonces si alguien se ofende… vaya a otro interesante artículo que le ofrecemos en la edición de hoy.

Si tenemos claro que el preservativo es el método científicamente probado para evitar un embarazo en un 95% y una ITS en un 97% (ojo que solo evita el contacto de los fluidos del pene con los de la vagina o las bacterias de la boca o el ano, mas no tapiza el área púbica o testicular), pero no queremos usarlo, alguna causa debe existir que nos convenza para no incluirlo como parte de la experiencia tan chévere como es cualquier contacto sexual, siempre que sea legal, informado, consentido y libre.

Devanándonos la cabeza al respecto, recordé otro artículo de la serie que produjimos para El Regional de Piura hace cinco años, y que fue acaso el más controvertido: el sexo ‘a pelo’ o ‘bareback’, como se dice en inglés (pronúnciese “bérbak”). Sexo sin protección para quienes aún no paran las orejas. https://tinyurl.com/s4fz3b7

Cuando uno conversa con varones, especialmente postadolescentes, nota que su aparente experiencia sobre ‘buen sexo’ está más prejuiciada que mandada a hacer. Y uno de esos prejuicios, estúpido por ponerle un adjetivo suave, es aquél sosteniendo que cuando no se usa condón la primera vez, ni embarazas a nadie ni te pega nada (Cf. Paulini: 2014).

Cuando uno investiga más a fondo sobre sus referentes para sostener tal error, además de un autoestima por los suelos, encuentra una tendencia interesante: muchos han adquirido su conocimiento mediante material pornográfico de diferente tipo, especialmente el audiovisual. En este punto quiero advertir nuevamente a mi audiencia, por si no lo leyó antes: si cree que su susceptibilidad va a ser herida, le sugiero no continúe esta columna. Con el resto que es valiente y fuerte, sigamos.

Cuando uno revisa el contenido pornográfico audiovisual, sobre el que hay un montón de cantidades de portales en la red (y todos sospechosamente pertenecientes a la misma empresa), encuentra que el material ‘bareback’ es el más buscado, y cuando uno mira los videos con ojos de examinador antes que de morboso insatisfecho, encuentra que los contactos sin protección son mostrados como la cosa más natural del mundo, sin una advertencia sobre los riesgos, y donde un mismo actor o actriz tiene muchas sesiones con diferentes compañeros o compañeras sexuales.

Algunos actores y algunas actrices aseguran que la producción les exige una prueba de VIH o sífilis, pero… ¿nos consta? Es más, desde que la prueba es confidencial, no hay ley en el mundo que obligue, y no tiene que haberla tampoco, a que te la muestren a cámara para garantizarte que el espectáculo es seguro para quienes lo representan.

Entonces, los videos ‘bareback’ suelen mostrar a jóvenes que apenas cruzan los veinte años, con bien cuidados físicos (en ambos sexos) quienes se entregan a la experiencia sin condón como quien hace escalada en roca sin línea de vida: morir es altamente posible. Por lo menos en los videos que muestreamos, los comentarios de la gente no critican este detalle, mas bien elogian la actuación –bueno, ni siquiera eso, porque dan por hecho que todo en pantalla es real—del talento.

Aunque la pornografía heterosexual casi no, la homosexual sí había adoptado como acuerdo durante los noventas, el uso del condón debido al estigma que supuso el SIDA en la comunidad gay; sin embargo, hace una década, el acuerdo se relajó, al punto que hasta los grandes estudios (por así decirlo) orientados a ese segmento de mercado (económicamente fuerte) tampoco lo ponen en pantalla.

Incluso leímos que parte de las ganancias se invierten en borrar electrónicamente la existencia de los condones en las escenas con penetración explícita. Y la pregunta que nos hacíamos y que nos hacemos, aparte de la millonada que implica ir cuadro por cuadro (1 segundo = 30 cuadros) eliminándolos, es a cuenta de qué. ¿Para que se vea más “estético”? ¿Para que se vea más “romántico”? ¿Para que se vea más morboso?

Evitar que la gente vea pornografía, y peor aún pornografía ‘bareback’, es como exigirle al público que deje de tomar cerveza por el riesgo de cirrosis hepática: en una sociedad altamente autodestructiva, si cierras el establecimiento legal, la persona lo buscará en el mercado ilegal o inventará opciones no cubiertas por la ley.
¿Cuál sería la solución? Claro, la más lógica sería dejar de ver pornografía, pero igual habrá un mercado que sí la preferirá. ¿Qué tal si la solución es dejar de ver pornografía ‘bareback’? Los portales de contenido adulto ganan dinero por página visitada o video reproducido. Si observa que la gente deja de ver sexo sin protección, dejará de monetizar ese material, no le será rentable y no tendrá otro remedio que poner en pantalla la opción con condón, o, en el mejor de los casos, dejar de producir pornografía, posibilidad que es altamente remota.

Aun así y aunque me miren con cara de pocos amigos, me parece que una industria que mueve millones de dólares a diario, incluyendo en Perú, debería tener al menos la delicadeza de poner en sus materiales que no usar preservativo puede traer serias consecuencias negativas para nuestra salud, o poner a cámara a su talento explicando este riesgo a la vez que indica los cinco pasos que la OMS recomienda para su uso correcto. https://tinyurl.com/rkpc56n

De hecho que no lo harán, porque cuando la gente está excitada, lo último que entiende es una razón lógica, y si tiene el autoestima por los suelos, le hará caso más a la satisfacción que llene el vacío antes que a la precaución que otorgue seguridad. Y a río revuelto, ganancia de pescadores.

Ah, y están pasando piola ciertas canciones, si se les puede llamar canciones, de género urbano en las que se describen actos “bareback” con la prolijidad y la procacidad propias de la pornografía. Yo he escuchado algunas de éstas en estaciones de radio aquí en Sullana, y en horario de protección al menor. ¿La Unidad de Gestión Educativa Local, la Dirección de educación y demás hierbas en la municipalidad, las asociaciones de padres de familia, las iglesias de todo tipo y su brazo arma… perdón, político, llamado “Con mis hijos no te metas” han dicho una bendita palabra o han organizado alguna protesta o algún boicot? No, ninguno.

Y ojo, yo defiendo la libertad de expresión y la libertad de creación artística, pero cada cosa tiene un público objetivo, un horario y un canal que ofrezca las garantías para que todo ese material sea consumido por quien deba consumirlo. Por eso en Perú existen los semáforos de contenidos, que en otros países se reemplazan por códigos de acceso para los diferentes tipos de programación.

Y el centro de la discusión es que, por encima de que creamos que la pornografía es buena o mala, tenemos una crisis de salud pública que se podría parar si fomentamos una educación sexual de enfoque científico antes que confesional, y que no se encierre en un aula o un auditorio, sino que use el poder de las nuevas tecnologías (como lo hicimos con Marco hace un mes) para convertirse en tendencias de opinión pública. Y tanto el preservativo como la abstinencia sexual deben aparecer como contenidos con igual peso. https://tinyurl.com/y3zdybzl

Ahora bien, si vamos a echarle la culpa del avance de las ITS a la pornografía, a las farmacéuticas, al ‘lobby’ de no sé quién, o al clima, la verdad que no estamos enfrentando el problema. Me parece que el compromiso personal, si aún no superamos la etapa de probar compañeros o compañeras sexuales, es que tengamos un condón a mano. Bueno, en el paquetito suelen venir tres, pero no descartemos llevarlo.

Y si alguien nos lo encuentra y cree que somos unos depravados o unas depravadas merecedores del infierno, ¿saben qué?, no le hagan caso. Precisamente, es mejor tener un condón y no necesitarlo a necesitarlo y no tener ninguno.

En conclusión: la responsabilidad primaria de evitarnos problemas futuros a nuestra salud es nuestra. No del Estado, no de la Iglesia (perdonen), no de mi familia, no de nadie; únicamente nuestra. De hecho, los grandes problemas del mundo se pueden resolver cuando decidimos adoptar pequeñas soluciones personales. Abstenerse o protegerte, no tienes otra alternativa.

(Nota: Quienes necesiten consejería o pruebas rápidas gratis, AHF Perú las ofrecerá solo este domingo 1 en el Parque Infantil Miguel Cortés de la Ciudad de Piura, desde las 4:00 de la tarde. No digan que no avisamos.)

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Diario El Regional de Piura
 

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