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Vie, Abr

La corrupción, las estrategias y las voluntades para eliminarse del Estado y sociedad peruana

Editorial
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ERP. Los candidatos presidenciales, han sido convocados a un foro denominado “Los candidatos presidenciales ante la corrupción”, donde expusieron sus planteamientos para disminuir esta lacra que afecta a todo el Estado peruano y a la misma sociedad. Aunque resulte paradójico este debate, lo cierto que es un primer paso para entender el problema y encontrar soluciones de consenso en caso que ganen la siguiente elección.

¿Interesa encontrar soluciones contra la corrupción en el caso peruano?. De los expositores dos han sido ex presidentes, una vinculada al gobierno de Fujimori y los demás son nuevos en estas lides; los que ya ejercieron el poder tienen acusaciones en su contra y en las listas congresales, varios de sus candidatos se encuentran acusados de corrupción lo que resulta un contrasentido comprometerse para luchar contra ella.

Acabar con la corrupción es un tema que viene desde la época colonial. Se enraizó en el naciente estado peruano y se ha seguido manteniendo en la actual república. Perú y de eso no cabe duda, es un estado afectado seriamente por este problema y existe una percepción que muchos la avalan y que no tienen un real sentido para limpiar al Estado y la sociedad misma de este mal.

Sin duda que la corrupción es un tema amplio y complejo. Quizá el primer aspecto que saltó a debate, fue la corrupción de los gobiernos regionales; cuando en realidad la corrupción se da en todos los niveles y bastaría mirar lo que sucede con los ministerios donde se negocia recursos a cambio de favorecer a empresas específicas y recibir un porcentaje. El asunto es bastante conocido por gobernadores y sus funcionarios y por alcaldes.

Más allá de las medidas planteadas por los candidatos, se requiere definir con exactitud de que se está hablando. En primer lugar, el problema se distribuye por todas las esferas conocidas y sobre todo donde existe dinero del Estado y poder discrecional para manejarlo. Igualmente, donde existe poder para decidir respecto a determinados casos que impliquen no obligarse a asumir una responsabilidad. 

Existe una amplia corrupción en las esferas de la Policía Nacional y sobre todo de los subalternos que se encuentran distribuidos a nivel nacional y que con un sol o dos, obvian sus funciones y responsabilidades. Los casos pueden verse en todas las vías principales de nuestro país. En los operativos realizado para el control de alcoholemia simplemente es un "asalta muchachos". Pobre de aquel que resultó con más grados de alcohol del permitido; policías y fiscales concertan la solución, nuevo control para que "resulte menos de alcohol que el anterior análisis" y eso tiene un costo; un costo para fiscales y policías que "arreglan el caso" y todo queda bien. ¿Testimonios", simplemente preguntar como resolvieron los que vivieron este momento. Los que no tienen recursos, son candidatos para aplicársele todo el pese de la Ley. 

Existe corrupción en el Ministerio Público, donde las denuncias se impulsan por el estipendio de los interesados y ni que hablar del Poder Judicial, esta es una entidad con voluntad para acabar contra la corrupción, pero todo el sistema está acondicionado para sacar ventaja de los fallos a dar. Basta ver que la justicia no es igual para Alan García, Nadine Heredia o Alejandro Toledo, que para un ciudadano común y corriente.

En las condiciones actuales, ser condenado por el Poder Judicial, es simplemente dudable respecto a la resolución emitida. Soles que circulan entre secretario y sistema, pueden convertir al culpable en inocente y en inocente al culpable. ¿Casos?, ver lo que aconteció en Ancash donde el presidente financiaba becas y recursos a favor de magistrados y donde el Ministerio Público obviaba las investigaciones. 

Sin embargo, en un sistema donde impera lo irregular, todos son inocentes. Es inocente el delincuente comprobado, el policía que recibe una coima, el fiscal que es descubierto y hasta el juez que es evidenciado en actos de corrupción. Mentir es simple y los casos incontables en la diversidad de hechos encontrados que ponen en duda una conducta. 

El sistema de contrataciones del Estado es quizá uno de los más vinculantes a funcionarios públicos. La venta de bienes y servicios han llevado a convertir en nuevos ricos a quienes tuvieron la "suerte" o la "virtud" de crear amistades con el poder de decisión y las adjudicaciones simplemente van en beneficio de unos y en ventaja dineraria para los que otorgan. Los servicios siempre tienen un valor referencial gracioso, son ubicados exactamente en el límite para una adjudicación directa selectiva, por mencionar un caso y en licitaciones qué coincidencia, la mayor parte se va casi 110%. 

Durante el actual gobierno, una ex procuradora denunció el interés de parte de un ministro para favorecer a un acusado de corrupción. Se entiende que la Procuradora defiende al Estado en temas judiciales y es risible saber que procuraduría es un ente que depende del propio ejecutivo y este tiene muchas veces intereses en mantener el secreto y lograr la impunidad en caso de ser descubiertos.

La corrupción es menos recursos para los pobres y todo aquello que no llega a su destino refresca los recursos de los funcionarios públicos; más no es la única forma de corrupción; esta se encuentra presente en la mayor parte de los actos de los peruanos y encontrar un punto de equilibrio requiere una política decidida y firme. Lograrlo se requiere un fuerte liderazgo y una actitud organizacional que no se corrompa y que garantice la transparencia y la honestidad en cada una de sus acciones.

El ente de control, llamado Contraloría General de la República tiene entre sus funciones justamente cautelar los recursos estatales y además, aplicar sanciones cuando se hace mal uso. Durante los últimos años, se ha dedicado a presentar una estadística de corruptos por temas menores o administrativos y se ha mantenido silente en casos grandes que afecten a las estructuras del poder.

Las medidas para disminuir los actos de corrupción son simples y complejas a la vez. Simples porque existen hechos evidentes que solo un ciego no puede ver y complejas porque toda solución para por el ser humano y es la persona la que contribuye muchas veces a quebrantar el orden legal y social.

Una fuerte labor de inteligencia ha demostrado que es posible desmantelar bandas que coaccionan y chantajean e incluso asesinan a sus enemigos. Entre los detenidos se encuentran policías y además los propios delincuentes; sin embargo, los jueces señalados en las escuchas telefónicas siguen firmes y tranquilos en el Poder Judicial. Si detienen a uno por presunciones, el hecho de ser juez no puede ser un parapeto para evitarlo.

En tal sentido, si se ha ingresado al lado más duro de la lucha contra la delincuencia y que está vinculada a la inseguridad ciudadana, violencia y crimen, bien lo pueden hacer para los demás entes del Estado; de ser así tendremos unas grandes sorpresas respecto a la calidad moral de quienes nos gobiernan y de quienes se encuentran en calidad de funcionarios y servidores públicas.

El Perú, no puede ser considerado como un botín y corresponde a los propios peruanos a construir el sistema que le dé transparencia y moralidad a la gestión pública y a la sociedad misma.

 

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