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Sáb, Abr

La dicotomía de la cuerentana, despensa llena y limitaciones en el ingreso y por ende en la sobrevivencia

Martín Cornejo Cornejo
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ERP. (Por. Soc. Martín Cornejo Cornejo). Realmente ya resulta cansado escuchar todos los días que por culpa de los piuranos, se tiene que prolongar la cuarentena y tomar medidas más drásticas para su cumplimiento. Desde todos lados se nos acusa de ignorantes, egoístas, poco solidarios, irresponsables, etc. y lo que es peor, los mismos piuranos, con la pasividad que nos caracteriza, parece que hemos aceptado que se nos diga todo eso. Desde nuestra perspectiva profesional vamos a intentar dar una explicación (no justificación) a este comportamiento.

Comienzo haciendo una pregunta ¿Qué de común tienen Tumbes, Piura, Lambayeque y Loreto, los departamentos más desobedientes del aislamiento social? Definitivamente, un elemento común es el clima, el alto grado de calor que se experimenta en estos departamentos, mucho más en estos meses de verano, llegando a picos de hasta 38-40 grados.

Entre la despensa llena y las provisiones vacías, el impacto de la cuarentena I Imagen PAS- PiuraEntre la despensa llena y las provisiones vacías, el impacto de la cuarentena I Imagen PAS- Piura

¿Y esto puede influir en el comportamiento de las personas? Claro que sí. Sin caer en el determinismo geográfico, que señala que los procesos humanos, sociales, culturales y políticos dependen en gran medida del espacio geográfico en el que suceden, es evidente que el clima influye en la cultura y en el ambiente social de la población. “el cebichito del mediodía, las chelitas de la tarde, las conversas en las esquinas, el sentarse afuera en las tardes a conversar entre vecinas", el “salir a tomar aire” forman parte de la cultura del piurano. Y eso que ya la hamaca y las perezosas dejaron de ser elementos indispensables en las viviendas de cualquier piurano que se respete.

Ahora, si eso lo relacionamos con pobreza, podríamos entender mejor de lo que estamos hablando. Créanme que no es fácil pasar la cuarentena con 38° de temperatura, en una casa de 50 m2 con techo de eternit o calamina, en la que viven seis o más personas y en la que no hay un solo ventilador. Parafraseando la canción de Arjona diría “como se sufre en todas las clases sociales, tu sufres en tu mansión, yo sufro en mis arrabales”.

El coronavirus ha mostrado la vulnerabilidad de todas las personas frente al virus sin importar clases sociales o niveles económicos. Sin embargo, no nos dejemos engañar, porque no es lo mismo pasar la cuarentena con la refri llena, viendo cable o Netflix y con la seguridad de recibir un sueldo o con la tarjeta de ahorros con varios ceros a la derecha, que en un asentamiento humano sin agua, sin sueldo, sin ahorros y viendo TV Perú.

Diario El Regional de Piura
 

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