ERP/M.Godos. A los 88 años, tras una aparatosa caída que lo postró, falleció, en Lima, el historiador y profesor emérito de la Universidad Mayor de San Marcos Miguel Maticorena Estrada. Maticorena, fue discípulo de Raúl Porras y Ella Dumbar. Fue a insistencia de Porras, por su vocación y acuciosidad, que obtiene una beca para realizar investigaciones históricas en el Archivo de Indias en Sevilla (España), posteriormente se incorpora como investigador a la Escuela de Estudios Hispano-Americanos dependencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. El periplo en pos de las fuentes del siglo XVI duró veinte años. Amigo personal de Marcel Bataillon fue el más reputado historiador quinientista en el Perú.
Sus investigaciones muestran facetas desconocidas sobre los cronistas Cieza de León, Agustín de Zárate, Vásquez de Cepeda y Polo de Ondegardo. El hallazgo de un manuscrito de la Florida del Inca de Garcilaso anterior a la edición de 1605 mereció el reconocimiento de reconocidos americanistas. Es, con justicia, uno de los pocos historiadores piuranos que trascendió la anécdota y la improvisación, acomoda fechas y acontecimientos, respecto a la fundación de San Miguel. Conforme a sus pesquisas sobre los movimientos navieros, tras la fórmula fundacional, hay un intenso movimiento naviero entre el puerto de San Miguel y el istmo de Panamá. Hay una clara intención política de los conquistadores. Otro de sus temas fue la toma de Piura por los chalacos el 28 de enero de 1883.
Maticorena consagró su vida a los estudios sanmarquinos. A él se debe la periodificación de su actividad académica desde los orígenes hasta hoy. Destacan sus estudios sobre Baquíjano y Carrillo, según Rodríguez Casado, cimiento político vigente de la república y la nación peruana. Fue un genuino maestro, humanista sin pretensiones solemnes. Una de sus disertaciones profundas era la del concepto de cuerpo de nación como metáfora del cuerpo humano. Antes del surgimiento de la sociología metodológica la sociedad era percibida como un cuerpo en donde cada uno de los actores sociales ocupaba un lugar y una función específica. El proceso emancipador es posible gracias a la idea de que existen dos repúblicas. Una de indios y otra de españoles que finalmente necesitan unirse en un solo cuerpo de nación.
Fue un maestro admirable que se ganaba el afecto de sus alumnos compartiendo libros y papeles. Y no tenía reparos para suministrar datos y fichas para quienes con esta oportuna información se inquietaban por nuevos estudios. Sin duda, fue el historiador de Piura. Maticorena con su lucidez asombrosa no se desconectó de la actividad académica. Alguna vez nos sorprendió por su regusto por el tabaco negro de aroma penetrante. Finalmente lo dejó por su sorprendente afición por los libros y el tópico piurano. Su prestigio recorre el mundo. Alguna vez caminé con él la antigua casona de San Marcos. Era un gran señor que recorría aulas y callejones con la admirable firmeza de un maestro.
