06
Vie, Dic

El vuelo de don Ángel Cotillo García

Miguel Godos Curay
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

ERP. El 8 de febrero del 2010 escribí el artículo de añoranza: Un helado de café en el Coppelia. Días después don Angel Cotillo García me sorprendió en El Chalán con un sabroso helado de café que no tenía nada que envidiar al de la heladería Coppelia de La Habana. Cordial y afable, siempre nos llenó de asombro con nuevos sabores que se sumaron al clásico Imperial de vainilla, Ron con pasas, Algarrobina, Fresa y Tamarindo. El Chalán es un salón concurrido para la peor sed pero también para probar los tentadores sandwichs y antojos piuranos acompañados de aromático y retinto café.

Por: Miguel Godos Curay
Periodista y docente universitario

La heladería Coppelia (1966), para muchos el mejor logro de la revolución fue un proyecto y sueño de Fidel Castro. Su objetivo era producir más sabores de helado que los que ofertaba el Tío Sam, para ello adquirió modernas máquinas en los Países Bajos y Suecia. Celia Sánchez Manduley, amiga y consejera de Castro, escogió el nombre en alusión a su ballet favorito: Coppelia. Coppelia procesa diariamente 16 mil 100 litros de helado en quince variedades de sabores y atiende un promedio diario de 35 mil clientes. Tras ser el escenario de la película cubana Fresa y chocolate. Creció su popularidad. Para probar sus helados hay que formar enormes colas y conseguir un espacio casi siempre en compañía de extranjeros.

El helado tal como lo disfrutamos fue un invento del italiano Francesco Procopio dei Coltelli, en el siglo XVII, por esa hazaña es considerado el inmortal padre del helado. A su ingenio se debe también una máquina de manivela que homogenizaba la mezcla de leche, hielo, frutas y azúcar con la que se obtenía una pasta cremosa parecida al helado actual. Fue él quien abrió en París el Café Procope donde además de café vendía su delicioso producto. Este lugar se considera la primera heladería como tal. Pocos conocen que el 12 de abril se instituyó como el Día Internacional del Helado y se le rinde homenaje.

Como producto altamente nutritivo se ha demostrado que una ración de helado a base de leche o yogurt aporta hasta el 15% de las demandas de calcio diarias, además es rico en vitaminas A, B2, B6, C, D y E, así mismo contiene hidratos de carbono que brindan la energía necesaria para trabajar en el día. Sin importar la edad, género o lugar de residencia. El helado es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial y el postre preferido por muchos. Como antojo favorito, nadie lo duda, mejora el estado de ánimo y aporta grandes beneficios al organismo pues su principal ingrediente es la leche.

Los peruanos consumen alrededor de 1.8 litros de helado al año. Además su consumo va en aumento y hay cada día mayor demanda de los helados artesanales que incorporan sabores naturales como el de la lúcuma, mamey, mango, maracuyá, limón, higo, arándano y tamarindo. Durante épocas de calor, consumir helado ayuda a mantener la hidratación que el cuerpo requiere en especial de los adultos mayores y niños. Sin embargo, hay que persuadir a los detractores que todo helado tiene una base láctea que aporta proteínas, calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio y vitaminas.

Hay quienes sostienen que el amor más sincero es el que apetece y saborea un helado. Mis hijos tienen viva en su memoria los helados de El Chalán. Los disfrutaron cuando aprendían a caminar hoy repiten la historia con sus críos. Entrañables amigos como Manuel Dammert, Marco Martos y Anne Marié Hocquenghem eran incondicionales hinchas de las cremoladas de mango ciruelo, tamarindo, guanábana, limón y maracuyá son sabores irrepetibles y genuinas delicias de Piura y se deleitaban con kilos de helado. Sigifredo Burneo, prefiere los milshakes con helado de fresa. Uno saborea lo que ama y siente que los sentimientos más puros saben a helado de vainilla y fresa.

El Chalán es una institución representativa de Piura. El Chalán, heladería y salón de té fue fundada por don Ángel Cotillo García el 23 de diciembre de 1975. Con su impulso y el esfuerzo de cada uno de sus colaboradores es una marca tradicional piurana. Actualmente tiene 7 locales en Piura y un local franquiciado en Chiclayo. Quien visita Piura acude a los locales de El Chalán en la avenida Grau y en el jirón Tacna frente a la Plaza de Armas.

Como bien se afirma es una empresa de dulce tradición con 48 años de actividad ininterrumpida. En sus inicios contaba con seis trabajadores con un solo local de atención al público hoy son más de cien que se distribuyen todas las tareas. Junto a las cremoladas y helados expendía también toffee's, natillas y chifles. Uno de sus primeros emprendimientos fueron los memorables chupetes de cola y naranja. Su nombre perenniza a un personaje del norte: El chalan con sombrero de jipijapa que recorre en su caballo de paso su fundo arriando el ganado. Pocos conocen que el caballo de paso surge del trajinar equino por los arenales inhóspitos.

Don Ángel Cotillo García (1945-2023), español de nacimiento junto a su esposa doña María Antonia Sánchez a fuerza de brindar helados deliciosos y postres exquisitos se hicieron piuranos. Sus hijos: Juan Carlos, María Isabel, recientemente fallecida y Miguel Ángel tienen indeleble ese cariño por la tierra. Hoy Juan Carlos gerencia la empresa, él fue el que recibió -en representación de su padre- durante la celebración del 131º aniversario de la Cámara de Comercio de Piura el merecido reconocimiento de “Ciudadano Ejemplar” que no es poca cosa para encomiar el esfuerzo emprendedor de venir desde muy lejos y hacerse piurano como nosotros.

Hace algunas horas una sorpresiva nota de despedida en las redes sociales nos advirtió de su partida: “Hoy Don Ángel Cotillo García se despide de esta ciudad que lo acogió cálidamente y se va agradecido por cada uno de ustedes que mantiene esta dulce tradición, que con tanto esfuerzo salió adelante. Nos embarga un sentimiento de pesar por su fallecimiento; sin embargo, continuando con su legado renovamos el compromiso con todos ustedes». La copiosa lluvia de la tarde, cae y humedece los árboles de la Plaza de Armas. Unas lágrimas del cielo recorren el rostro de la Pola por ese Ángel que partió silencioso en plena tarde.

Diario El Regional de Piura
 

Publicidad Aral1

Paypal1