ERP. Reynaldo Hilbck Guzmán, dice estar “recorriendo todas las zonas críticas de la ciudad; como gobierno regional", luego agregar que "vamos a gestionar tal como lo establece la ley, ante la Presidencia del Consejo de Ministros que se declare a nuestra región en emergencia, ya dispuse que se elabore el informe respectivo” palabras escritas en su cuenta social, para pronunciarse sobre la lluvia ocurrida en la región Piura. Equívoco total y ceguera para enfrentar este comportamiento climático.
Hemos opinado desde hace años respecto a los impactos de las lluvias e incluso hemos señalado puntos críticos a tener en cuenta en Piura y Sullana. Las lluvias anunciadas y llegadas con retraso nos han develado una vez más respecto a nuestros problemas y limitaciones en obra pública de prevención y además, la mediocridad de quienes nos han gobernado y gobiernan y de nosotros, la propia población.
Hoy podrán hacer lo que se les antoja con el prurito de la emergencia, pero no resolverán los problemas en su integralidad. Llegarán ministros y el Gobernador recorrerá los puntos afectados; cuando tuvieron todo el tiempo para hacerlo y aplicar correctivos; sin embergo, prevalece la impericia, dejadez y mediocridad, la misma que se esclarece cuando una lluvia llega a los pobladores de la región.
Respecto a lo que pasa en la ciudad, corresponde al ente municipal provincial o distrital según corresponda. Será el encargado de contar primero con un plan de desarrollo urbano y después con un mapa de riesgos; el primero si existe no se cumple y el segundo existe, pero en los anaqueles municipales como para no cumplirse. Autoridad, es lo que se requiere para persuadir si algo no se ajusta a la realidad.
En el caso de Piura, nuestro enfoque puso como ejemplo el sector de Los Polvorines, porque su ocupación fue alertada y contra todo sentido, hoy se encuentra densificada. Más lo que sucede ya se antelaba y el hecho que hayan ocupado cuencas ciegas y quebradas que se activan cuando se presentan las lluvias, es una irracionalidad. Igual es aplicable el criterio a otros sectores urbanos.
En el caso de Sullana, se encuentra la Videnita. Es lógico deducir que una vivienda se inundará, si esta se ubica en una hondonada y no existe lugar de evacuación; y esto, lo permitieron las autoridades locales e incluso, siendo una invasión la reconocieron con fines habitacionales. Las consecuencias se viven ahora.
Igual sucede con Villa Primavera, la misma que no tiene desfogue. Las aguas se acumulan y buscan su salida. En esa torrentera, no respeta nada y va abriendo surco, destruyendo lo que se encuentra a su paso. Sucedió en el 97-98 y no dudamos que pueda repetirse de mantenerse las lluvias con igual o superior intensidad.
En las peticiones de presupuesto participativo, no existen demandas racionales. Nadie pide se haga tal o cual obra de prevención o mejor dicho de seguridad residencial, sus peticiones los dirigen a temas diferentes y cuando existe una situación atípica y el clima cambia, las lluvias llegan, recién toman conciencia que “las autoridades no hicieron nada y que en lugar de trabajar se ponen a pelear”.
Sabemos que un sector de la ciudad es inundable y la necesidad de vivienda los lleva a la invasión y la búsqueda de votos a reconocerlos. Es lo que se ve en diversos sectores de Sullana, sobre todo en el Barrio El Porvenir de Bellavista. Lloriqueos ahora, cuando se informó adecuadamente, que ese lugar no lo pueden usar para fines de vivienda.
Respecto al territorio en general, corresponde a los gobiernos regionales, construir una región segura y previsora. Primero, las vías deben tener sus obras de arte y las quebradas secas en la mayor parte del tiempo puentes que permitan usarse en avenidas.
Es común observador todos los caminos de la sierra, en mayor y menor medida, como se dificulta el tránsito y se pone en riesgo la vida; los temas son los mismos de hace décadas y los problemas irresolutos. En tanto, el Gobierno Regional con sus autoridades, se desplazan periódicamente para engañar a la población que son eficientes, que se preocupan por la población y eso no es así.
Una muestra es el actuar de Reynaldo Hilbck Guzmán y sus declaraciones. Dice que pedirán declaratoria de emergencia, cuando esta medida no sirve de nada. La mejor previsión es la que se hace en el día a día, invirtiendo adecuadamente los recursos públicos y resolviendo los problemas en relación a las características climáticas de Piura.
Sin embargo, las emergencias si sirven para el aprovechamiento individual de algún díscolo funcionario, pero de ninguna manera para realizar una obra con las garantías de funcionalidad, en calor o lluvia. Incluso y para gracia general, el COER o Centro de Operaciones de Emergencia Regional, ha sido inundado por las lluvias. Nadie preveyó incluso con sus propias construcciones que se ubican en una cuenca ciega.
Reiteramos, las lluvias han comenzado y es probable que sigan. Las consecuencias adversas se repetirán y parecerán un calco de hechos anteriores. El asunto, no es declaratoria de emergencia, sino aprender de los hechos y aplicarlos en el futuro en las responsabilidades públicas y en la racionalidad humana para evitar riesgos futuros.
Generalmente elegimos a quienes no tienen la competencia para hacer una buena labor y como población somos generadores de un mayor riesgo. No es imposible ponerse de acuerdo en la solución y las consecuencias muchas veces hacen despertar. Esperemos que sea así.