Pariñas/Talara (ERP). El Código Tributario establece 45 días como máximo. Para el ex jefe de la Oficina de Administración Tributaria, Héctor Hoyos Castillo, la solicitud de prescripción de deuda presentada por Petroperú no procede. Instó a los funcionarios ediles a que se pongan la camiseta de Talara y agoten la búsqueda de argumentos a favor del Municipio y no alinearse con la prescripción. Indicó que argumentos hay varios en el Código Tributario.
Hoyos Castillo, señaló que solicitó integrarse a la comisión negociadora pero la gerencia municipal le denegó ese derecho, tampoco tuvo acceso a las actas de estas reuniones con Petroperú y el Consorcio AIAT. Finalmente, dijo que está dispuesto a que le levanten su secreto de las comunicaciones, para que se determine cuáles eran los teléfonos de donde se hicieron las llamadas exigiéndole que firme la resolución de prescripción.
En diálogo con el programa Síntesis Informativa que se transmite de lunes a sábado, de 7 a 8 AM, por Radio Embrujo 98.1 FM (www.talara.embrujo.pe), el ex funcionario de la MPT precisó que a su despacho llegó la solicitud el 26 de abril y tres días después, sorpresivamente, la alta dirección de la MPT ya exigía que firmara la resolución de prescripción. Señaló que no estuvo de acuerdo porque no había documentos sustentatorios para decidir si la prescripción procede o no.
“Era un tiempo muy breve, a pesar que el Código Tributario considera hasta 45 días hábiles, lo cual implicaba que había tiempo hasta los primeros días de julio para emitir la resolución de prescripción. En este caso, había que hacer toda una búsqueda de documentos, ya que el sistema o base de datos que tiene la Municipalidad de Talara, relativamente, es nuevo ya que es del año 2,009”, indicó.
Agregó que esto implicaba revisar los archivos centrales de la MPT, para verificar si existían algunas resoluciones de determinación, de multa u órdenes de pago. Ante ello, señaló que solicitó que se hiciera ese tipo de verificación, por lo que se les envió un documento a las diferentes áreas. Sin embargo, mencionó que lo sorprendente es que a la hora ya le estaban reportando la información.
“Esto fue el día 29 de mayo, lo cual me pareció un absurdo, porque no puede ser posible que en una hora me estén dando una información, que suponía hacer toda una indagación en los archivos físicos que existen en la MPT”, acotó.
Hoyos Castillo refirió que el informe que le alcanzaron decía que no había información de deudas de los años 1996 al 2006, porque sencillamente no estaban guardados en el sistema que empezó a operar recién en el 2009.
Entonces, dijo el perito tasador, había que tomarse el plazo que legalmente precisa el Código Tributario para hacer toda una indagación de los documentos físicos, al no existir una data computarizada de esos años, antes de emitir una resolución de prescripción. “Se tiene que verificar si existen documentos en los archivos centrales de la MPT para poder tomar una decisión de ese tipo. No se puede alegremente y en base a un informe que te lo hacen en una hora ya suscribir un documento muy serio”, acotó.
Señaló que ese fue el motivo de la renuncia, no se podía aceptar la exigencia de unos señores de Lima del Consorcio AIAT quienes pedían que ya se firme la resolución, a lo que respondí que se requería de toda una indagación, verificación de documentos para poder firmar en una hora. “Se tenía que respetar los procedimientos que manda el mismo Código Tributario. Lamentablemente, no tuve el apoyo de la alta dirección, lo cual motivó a presentar mi renuncia. Al final el problema era ese, porque como algunos dicen que ya había la resolución de cese de mis funciones, cabe la pregunta del por qué. Obviamente, era el mismo tema, que no quise firmar el resolución de prescripción en un tiempo récord de tres días, contados desde el momento que la solicitud de Petroperú llegó a mi despacho”, detalló.
El ex funcionario de la Oficina de Rentas también recordó que en el 2011 se firmó el contrato entre la MPT y el Consorcio AIAT y se formó una comisión concertadora integrada por la MPT, Consorcio AIAT y Petroperú que realiza su trabajo en Lima, para establecer el monto de la deuda tributaria. Esta labor recién ha terminado este año.
“Esto significa que todos esos años (desde 1,996) que de alguna manera no se había definido su base imponible y que Petroperú había seguido pagando los montos que canceló en los años 1,992 para adelante, tienen que actualizarse (del 1996 al 2006) por esta labor de fiscalización. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la norma tributaria dice claramente que el plazo prescriptorio se interrumpe por el pago parcial de una deuda. Eso implica que la MPT tiene que exigir el pago de esos tributos ya que tienen que actualizarse teniendo como base los montos de los años 1,992, 1,993, 1,994 y 1,995”, precisó Hoyos Castillo.
Dijo que nunca tuvo acceso a las actas de las reuniones que en Lima realizaba esta comisión conciliadora. Al ser consultado el por qué no integraba esta comisión siendo el jefe de la OAT, respondió que nunca lo invitaron a que se integre a este grupo de trabajo, a pesar que le envié documentos al gerente municipal solicitándole que quería participar o que le alcancen la documentación, los acuerdos, las actas, todo lo que hubiere allí, pero lamentablemente, se opusieron a que interviniera y tome conocimiento de lo que allí sucedía.
Finalmente, y a mérito de clarificar que realmente hubo presión para que firmara la resolución de prescripción, el ex jefe de la OAT, indicó que está dispuesto a que le levanten su secreto a las comunicaciones, para que se conozca la procedencia de las llamadas insistentes y muy subidas de tono (algunas desde Lima). Ello corroborará que sí hubo presiones, habían intereses, lo que motivó la renuncia, concluyó.
