ERP. El colmo. Cientos de comerciantes del Mercadillo, aseguraron que ocuparán las calles aledañas cuando sean desalojados de la avenida Buenos Aires que ocupan por más de tres décadas, y por si esto fuera poco, contando con la anuencia del alcalde Power Saldaña.
Esto no es más que una muestra de la falta de autoridad del alcalde sullanero, ya que estaría propiciando la invasión de la vía pública, que es intangible de acuerdo a la ley, promoviendo la informalidad en la ciudad, que sólo trae desorden e inseguridad, afectando más calles y a más vecinos.
Esta mañana, los comerciantes hicieron una marcha “en apoyo” a la autoridad edil, sin embargo, muchos de ellos no están de acuerdo con sus dirigentes, quienes desde hace varios años vienen prometiendo la adjudicación del terreno del cuartel “6 de Agosto” junto a los alcalde de turno, pero hasta el momento esto es un mero trámite y que, de realizarse en algún momento, tendrá que ser vendido a los comerciantes, y no obsequiado como algunos inescrupulosos quieren hacer creer.
Los propios comerciantes acusaron a sus dirigentes de pedirles dinero de manera constante para hacer “trámites” y “gestiones”, las mismas que no han prosperado, haciéndoles creer que el puesto de venta gratuito o subvencionado por la municipalidad, es un derecho, cuando por el contrario, están en contra de toda norma y ley.
En 36 años, estos pequeños comerciantes tuvieron tiempo más que suficiente para adquirir un puesto de venta, sin esperar dádivas o promesas de los alcaldes de turno, más aún cuando existen constantes informes de Defensa Civil y de la propia Fiscalía de Prevención del Delito, que catalogan el espacio que ocupan como de “alto riesgo” lo cual lo convierte en una verdadera “bomba de tiempo”.
Este espacio no toma en cuenta al consumidor, que tiene que comprar frutas, verduras, pescado o carne en puestos infestados por aguas servidas, en ambientes inseguros y con productos de dudosa procedencia.
Está en las manos del alcalde Power Saldaña, de la propia Fiscalía, Policía Nacional y otras entidades, liberar las calles cautivas por el desorden, la informalidad y la delincuencia. Un Mercadillo no contribuye ni al orden ni al desarrollo de una ciudad. Caer en el facilismo de ubicarlos en otras calles, sería un retroceso social y Sullana ya no está para estas cosas.