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Vie, Abr

Adiós para Chalena

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. Compartimos la vocación por el quehacer cultural, por las tareas orientadas a la docencia universitaria y no universitaria, por eso la admiré más, y lo hice ver en un artículo que le dediqué en la década del 80 del siglo pasado, tratando de la única etnomusicóloga que había en el Perú hasta ese entonces.

Sus padres se sentían orgullosos de ella, y ella tanto de sus hijos como de sus progenitores y hermanos, pero había algo más que la hacía sentirse muy orgullosa, y era que su patria, el Perú profundo se dormía en sus venas, y reventaba a torrentes, cuando de su maravillosa inspiración saltaban notas musicales y poéticas dedicadas a los rincones del Perú por donde pasó, donde creció, o donde alguna experiencia le regalara un sabor a su vida, tan llena de sabores sobre lo nuestro.

Ayer muchos nos conmovimos, Chalena partió hacia la eternidad, hacia el infinito, hacia ese mundo de primaveras que no se extinguen, sino que florecen en cada día, y decimos esto, porque estamos seguros que por su trascendente obra, ella estará presente en las mentes y corazones de los peruanos, que saben que esta valiosa mujer, vale un Perú.

Chalena nació en Sullana, a orillas del río Chira, en 1950, el paisaje del lugar se quedó para siempre en su mirada, sus pájaros, el río, el calor del sol, el brillo de las arenas, el canto de las aves, por eso le regaló una canción al chilalo, a ese pájaro hornero que como un reloj marca las horas al amanecer.

Los trabajos de investigación de Chalena, sobre la música en el Perú, las danzas, con una mirada desde la etnomusicología, la antropología y la sociología, la acercaron a descubrir las redes que permiten explicar la variedad de nuestro universo musical, era una mujer grande, grande, tan grande, que ahora el Perú llora su partida.

Adiós Chalena, te recordará por siempre la Sullana querida que te vio nacer, los arenales de Jíbito con su reveberar por el calor del sol, te recordará Piura, Lima y todo el Perú entero, Ayacucho, Paucartambo, Cusco, y todos los rincones de la patria, porque a todos, con mucha humildad les diste su lugar.

 

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