ERP/C.Chávez. Agobiados por las pocas ventas producto de la recesión e inflación en la que se encuentra nuestra economía, los comerciantes tienen que padecer el flagelo de los robos y hurtos, que se producen a diario en diferentes puntos de la ciudad.
Según nos comentan los vecinos, que tres sujetos se iban a llevar una motocicleta que se encontraba estacionada en la calle 5 cuadra 2, era de una pareja que fue al mercadillo hacer compras como todas las semanas; sin embargo los vecinos se percataron del hecho haciendo retroceder a los ladrones con escobas y piedras, quienes, salieron presurosos del lugar.
"Nos cansamos de llamar a serenazgo. Esto nos está perjudicando. No hay plata y la poca gente que viene a comprarnos, con estos robos qué va a querer venir" nos dice uno de los vecinos de la zona.
En la calle Siete una chica se encontraba en la espera de un familiar que traía unas cosas, cuando en una mototaxi tres sujetos que iban como pasajeros la rodearon despojándola de su mochila, una bolsa con compras y su celular, para después escapar.
"Con la presencia de la policía y serenazgo estos chicos tienen un poco de respetó" nos dice Hugo Pérez, quien fue a comprar frutas y harina para tortas siendo interceptado por sujetos quienes le quitaron 400 soles.
La informalidad de los comerciantes no ayudan por que han bloqueado transversales como la Chiyallito, facilitando el trabajo de estos facinerosos a la hora de escapar, a esto se suma a los ambulantes y comerciantes informales paraderos de autos y mototaxis que se estacionan como pueden y quieren.
"Por qué no organizan un operativo policial con el área de trasportes de a la municipalidad" nos dice Fernando Farfán, "usted cree que haciéndolo no se van a ordenar. El mercadillo es una bomba de tiempo" finaliza.
Vecinos mortificados
La falta de alumbrado público, patrullaje ha convertido la zona en una área que facilita los hurtos de celulares a los vecinos quienes prefieren no salir de sus casas o no dejar salir a sus menores hijos por temor a ser víctimas de estos sujetos que en motocicleta y motaxis aprovechan la noches para cometer su fechoría.
Los comerciantes esperan que con la ampliación del estado de emergencia cambie y pueda volver la tranquilidad en la zona.