ERP. La torrencial lluvia ocurrida el sábado en la ciudad de Piura y Castilla, llevó al enérgico llamado del gobernador regional Reynaldo Hilbck para que los alcaldes ayuden a eliminar las aguas pluviales, sorprendiéndose que muchas motobombas se encuentran paralizadas por no contar con combustible y además, pidió mantener cerradas las compuertas que existen en el río.
De acuerdo a los informes preliminares de lo acontecido tras las lluvias, los daños son enormes para la población y también para muchos comerciantes. Muchos sectores como Los Polvorines, 18 de Mayo, Quinta Julia, Santa Isabel, Bello Horizonte, entre otros, fueron afectados por las lluvias, causando no solo inundación a viviendas en algunos casos, sino perdiendo parte de sus pertenencias.
Incluso, conforme se ha podido ver, las aguas del centro han ocasionado problemas no presentados en periodos lluviosos anteriores. El agua ingresó por la avenida Grau y siguió la pendiente por la plaza de Armas, inundando en parte los negocios ubicados alrededor del principal paseo público de Piura.
Demostrando que es la única autoridad de Piura que se encuentra en movilización constante frente a la emergencia, Hilbck se trasladó hacia Catacos a la altura de Simbilá, para analizar la situación de un dique que podría derivar en situaciones lamentables para la población local.
Si bien es cierto que la gestión regional se encuentra a cargo del Gobierno Regional de Piura, también es verdad que los alcaldes son los responsables de cautelar los problemas de los espacios urbanos, en este caso, poco o nada se les ha visto tanto en Castilla como en Piura. Urge que adopten medidas más preventivas para apoyar a la población afectada y damnificada.
